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"Memorias del Subsuelo" de Fiódor Dostoyevsky


Esta obra está dividida en dos partes claramente diferenciadas. La primera parte nos presenta un monólogo "filosófico" interior por parte del "Hombre del Subsuelo", un funcionario marginado y depresivo sumido en una grave crisis personal y profesional. El protagonista interpela al lector como si perorara ante un público ausente desde su atril, tratando de justificar las visicitudes que le han conducido a este estado de acorralamiento enfermizo. Se trata de un discurso locuaz pero contradictorio en el que expone las motivaciones que le han llevado a pensar que su persona es objeto de una persecución continua por parte de los que le rodean. Las ofensas e injurias "imaginarias" merecen, a su entender, una respuesta firme y consecuente y es por ello que expondrá su análisis existencialista y romántico alrededor de temas tan diversos como la culpa, la verdadera libertad del ser humano, su capacidad para tomar decisiones, el valor, el honor, la apariencia, la amistad, la pasión, la moral o el amor. El sentimiento de culpabilidad convive con el de víctima porque es imposible, a su entender, no ser juez y parte en este mundo cambiante y deshumanizado. Es complejo resumir una obra que, pese a su relativa brevedad, ahonda de forma tan diversa en tantos aspectos del ser humano y de su condición, máxime cuando esta valoración no sigue ningún hilo narrativo ni está sustentada en trama argumentativa alguna. Recuerda evidentemente a "La náusea" de Sarte o cualquier obra de Kafka, pero me quedo con la sensación renuente de que cualquier persona tiene un discurso propio e interior que nos acompaña en nuestro quehacer diario y que representa un cuestionamiento continuo de nuestra forma de ser, de pensar y de actuar. Esa zona gris, fuente de raciocinio, vive en "el filo de la navaja" y, mal gestionada, nos puede llegar a sumir en un claro estado de depresión porque en ocasiones es difícil gestionar nuestras propias contradicciones y los sentimientos derivado de las mismas. En la segunda parte se relata un acontecimiento en el que está presente el "Hombre del Subsuelo" y a través del cual, y en especial a través del comportamiento de los otros integrantes de la escena y del suyo propio, se nos ponen de manifiesto todas las actitudes, enseñanzas, dudas, sentimientos y pensamientos planteados en la primera parte. Una especie de corolario ejemplificador final. En mi opinión a Dostoievsky no le hace falta "filosofar" de manera explícita como lo hace en esta obra porque cualquier pasaje de la vida amorosa o familiar de Alekséi o Ivan Karamazov, o incluso cualquier tribulación moral de  Raskolnikov encierran en sí mismas la profundidad de la condición humana.

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