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"El capote" y "La nariz" de Nikolái Gógol


Espasa-Calpe recogió en un mismo volumen y al maravilloso precio de 0,75 pts estos dos relatos breves de Nikólai Gógol que son una muestra perfecta del estilo y de la temática a la que dedicó Gógol buena parte de su obra. "El capote" narra la historia de Akaki Akákievich que encarna la figura del funcionario gris, honesto y meticuloso al servicio del régimen zarista. El protagonista comienza a ser objeto de las burlas de sus compañeros por el mal estado de su capote que no consigue protegerlo de las gélidas temperaturas del Invierno de San Petesburgo. Gracias al sacrificio diario consigue ahorrar los 80 kopeks necesarios para que el sastre Petrovich le confeccione uno nuevo. El estreno de esa nueva prenda modifica en parte su actitud personal versus la vida y las amistades. Esa misma noche sufre un asalto callejero y le es robada su nueva y preciada prenda. Pese a sus continuas denuncias ante la policia y el gobernador, nadie hace nada para ayudarle y, desprovisto de capote, enferma de neumonía y fallece. Al tiempo el "fantasma Akakievich" recorrerá las calles de San Petesburgo asustando a los transeúntes. Una noche sorpenderá al Gobernador y le robará su capote, colmando así su necesidad primaria por lo que desaparece para siempre. Gógol nos presenta a un ser humano anodino, sin ambición, respetuoso de sus obligaciones. Pero no se trata de una crítica a la condición humana rusa sino una exaltación de un pueblo capaz de aceptar sus limitaciones, siempre presto al servicio de su país, en harmonia con su propio destino pensando siempre en el bien superior que no es otro que el bien colectivo. No hay alienación en quien se siente, pese a su "aparente insignificancia", parte del sistema. No hay frustración ni deseos de cambio. Gógol nos muestra su lado más conservador, contrario a la "evolución materialista" de la sociedad. Al otro lado nos plantea una sociedad en la que, la continua pérdida de valores, la conduce al individualismo, al egoísmo y a la banalidad. Esa banalidad es representada por el "capote". Los nuevos "rusos" contagiados por el virus de la servidumbre de la materia se burlan del "buen ruso" hasta el punto que acaban modificando su propio código de valores, y éste necesitado de aceptación social adquiere esa nueva vestimenta. Pero Gógol nos tenía reservado un último giro. La nueva sociedad siempre mantiene alzada su "espada de Damocles" y acaba robándole el "capote", no atendiendo a sus súplicas por su recuperación y dejándole morir de frío. Aún así la fe de Gógol en el verdadero ruso hace que el retorno del "fantasma", el retorno del buen ruso, sea sólo para recuperar su "capote". No busca venganza ni dolor para los culpables de su decadencia y muerte, sólo busca aquello que le devuelva a su estado original, donde el frío era menos frío porque era compartido. En "La nariz" Gógol narra la historia del mayor Kovalev que, de la noche a la mañana, pierde su nariz. Ésta aparece dentro del almuerzo del barbero Iván Yákovlevich que se deshace de ella lanzándola al río.  Kovalev descubre que su nariz  deambula por las calles tan tranquila con rango de Consejero de Estado. El relato nos ofrece una mirada sobre la sociedad rusa a través de los personajes que Kovalev irá encontrando en su encrucijada por recuperar su dichosa nariz. Es un cuento fantástico, delirante, muy corrosivo y tremendamente divertido. Gógol caricaturiza a un ser humano preocupado en exceso por las apariencias, preso de la superficialidad y de la opinión externa. Recuerda evidentemente a Kafka pero a mí me ha evocado especialmente el recuerdo de "Vida y opiniones de Tristán Shandy" de Laurence Stene, donde el término "nariz" es utilizado como metáfora de mil chanzas y opiniones, al que Sterne recurre siempre que necesita que el lector despegue de la realidad adentrándose en el mundo de los sueños, donde todo es posible. Y a falta de sueños, siempre nos quedará la literatura rusa del S. XIX.

Comentarios

  1. Ohhh! ¡Me encanta que incursiones en cuentos! Y más si son de la calidad de estos rusos. Excelente reseña.

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