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"El candelabro enterrado" de Stefan Zweig


Novela corta de otro genio de la Literatura Universal como es Stefan Zweig, escritor austriaco pero de origen judío, en la que a partir de un hecho real se ahonda en el análisis teológico, filosófico y humano del pueblo judío así como  en el devenir histórico de la nación hebrea. Se nos cuenta bajo los parámetros de la narración mitológica, una historia de leyenda que nos conduce a la Roma del año 455 dc, ciudad en la que se encuentra el menorá o candelabro sagrado de los judíos, tras el saqueo que el Imperio romano llevó a cabo en el año 70 del Templo de Jerusalén construido por el rey Salomón. En esta ocasión Roma es invadida por los bárbaros que asesinan al emperador Máximo y saquean la ciudad, apropiándose de un gran botín, candelabro santo incluido y se inicia la diáspora de uno de los símbolos, seguramente el más importante junto con las Tablas de la Ley, del pueblo de Judeá. Es aquí donde el consejo de ancianos de la Comunidad Judía deciden acompañar al candelabro del Santo Sanctorum hasta los barcos que aguardan en el Portus en la desembocadura del río Tiber. El destino del candelabro es Cartago y es por ello que el pueblo judío toma la determinación de incluir al niño Benjamín en la expedición con el objetivo de que ese niño, con toda la vida por delante, pueda ver con sus propios ojos el candelabro y ejercer la función de testimonio de lo ocurrido frente a las generaciones venideras. El tiempo transcurre y ese niño se convierte en adulto y finalmente en anciano y es entonces cuando el pueblo judío tiene conocimiento de que el emperador Justiniano ha invadido Cartago y ha trasladado el candelabro a Bizancio. El anciano Benjamín toma la determinación de emprender un largo viaje hasta Cartago para recuperar el emblema santo y devolverlo a Tierra Sagrada. El desenlace final, que reservo para el lector, es una vuelta de tuerca que define todavía más si cabe la propia idiosincriacia e identidad del pueblo judío. Esta novela fue publicada en 1937 (en pleno auge del nazismo con el desarrollo incipiente ya del odio al pueblo judio que desembocará en la Shoá) y fue interpretado a posteriori como un doble grito de denuncia y de esperanza. Pese a que Stefan Zweig fue catalogado en ocasiones como "mal judío" por no haber manifestado públicamente y de forma taxativa su repulsa a la nación Alemana y a su comportamiento versus el pueblo judio en esos años, lo que es evidente es que este texto recoge cuando menos una critica velada a la persecución que el pueblo judío ha sufrido durante toda su historia así como un llamamiento a la actuación determinada de la comunidad internacional contra las acciones de humillación y exterminio que el Nazismo estaba llevando a cabo por toda europa contra los judios que allí se asentaban. Pero sobretodo Zweig trata de que sus palabras alumbren a la comunidad judía sumida nuevamente en el dolor y en la oscuridad. Evoca la memoria de un pueblo que, pese a su condición de pueblo elegido, ha sido perseguido desde tiempos inmemoriales, generando un dolor resiliente que les llevó a asumir la diáspora o dispersión como parte de su destino. Es en ese continuo estado de superación a través de la fe, donde se forjó su identidad y donde se fraguó a base de golpes el metal del que acabó emergiendo, no sólo su célebre candelabro, sino el incólume corazón hebréo. Quizá, pese a la revelación sagrada que Moisés recibió de manos de Dios en el Monte Sinaí y que dio origen a las Tablas de la Ley y a la Torá, el pueblo judío debe asumir que la redención final está y estará sujeta a los designios del Señor que son "ciertamente" inescrutables.

Comentarios

  1. Los clásicos te encantan y se nota mucho en lo bien que los tratas!
    Excelente resumen de la novela.

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