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“Hyperion o el eremita en Grecia” de Friedrich Hölderlin


Éste es un de los libros en narrativa más bellos y poéticos que yo haya leído nunca. Hölderlin nos regala un monólogo dirigido por parte de Hiperión a su amigo Belarmino en el que hace, desde la vejez, una relectura de su propia vida a modo de memorias, disertando alrededor de sus propias experiencias, viajes y amores. Es una mirada nostálgica al pasado, en especial a la Grecia clásica. El título es en sí mismo una declaración de intenciones...<<Hiperión>> es el Dios Griego de la Observación, “el que camina en las alturas”. La propia Odisea de Homero hablaba incluso de Helios Hiperión, como “el Sol en lo más alto”. El protagonista, a pesar de ser un eremita o ermitaño, dista mucho de la figura del anacoreta retirado del mundo que se dedica sólo a la oración y a la reflexión, encarna más bien la figura de quien, gracias a su amplia visión del mundo, es capaz de, a partir de sus propias experiencias personales vitales, teorizar sobre la vida en su conjunto a partir de la reflexión posterior del recuerdo de lo vivido.  Hay dos personajes, Alabanda y Diotima, cuyas relaciones con el protagonista son en parte el núcleo de la “novela” y son a partir de los sentimientos, deseos y emociones que en su interacción se generan que Hiperión conseguirá entrelazar razón, belleza, filosofía y naturaleza.  Hölderlin pretende restablecer la comunión entre el hombre y la Tierra, siendo ésta una de las ideas principales y recurrentes del libro. El hombre se reencuentra con su propia esencia cuando es capaz de reconectar con el hombre que fué. Sin esa vuelta al pasado el ser humano será incapaz de avanzar porque cualquier progreso debe sustentarse en un principio esencial que no es otro que el respeto a lo que nos rodea, el respeto a la naturaleza y a los seres vivos que pueblan y poblaron la Tierra antes que nosotros. Hiperión explica cómo será capaz de alzarse en pos de lo divino gracias a la belleza de espíritu y en especial a su relación con el arte. Hay una parte muy amplia dedicada a reflexionar sobre el arte, sobre su importancia y sobre cómo nos hace “libres”. Diotima simboliza el amor, la pasión, la culpa, la redención, la alegría, la belleza pero sobretodo es la figura que gracias a sus virtudes es capaz de hacernos trascender, de elevar nuestra alma y “divinizarla”. El amor con mayúsculas, a todo y a todos, es la fuerza que sustenta al mundo porque fue a través de ese sentimiento que todo se creó y será a través de él que construyamos el mundo que está por venir. La contraposición de la filosofía y vida griega clásica frente al resto de concepciones: germánicas, egipcias, etc.. centra en parte su aproximación al determinismo, a la religión y a la fe. La estructura narrativa y su léxico, poético y reflexivo, es otro de los puntos fundamentales y que
convierten a esta obra en esencial y única. En esa búsqueda constante del yo, Hölderlin nos muestra cómo la alienación y desafección del ser humano está provocada en parte por su individualismo, por su pérdida de valores naturales globales. En un pasaje extenso se habla de las guerras, como fuente de opresión y devastación, como la negación de la libertad y del ser en sí mismo. Nada bueno, reflexiona Hiperión, podrá construirse sobre las cenizas de la muerte, que asolará lo que toque, convirtiendo en yerma cualquier región anteriormente apta y rica para el cultivo espiritual y natural. 





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