Sirva como premisa el hecho irrefutable de que Ian McEwan tiene el valor de reinventarse en cada nueva obra literaria. Es de agradecer que no se agarre a las fórmulas exitosas de antaño y se adentre en universos nuevos y desconocidos desde los que explorar nuevas temáticas narrativas regalando al lector siempre historias siniestras y seductoras surgidas del temblor y la inseguridad propias de lo iniciático. Esta novela nos sitúa en un Londres ficticio de 1982. La Inteligencia Artificial ha conseguido crear los primeros seres humanos sintéticos. Charlie y su compañera Miranda compran un "Adán" autómata que se incorpora a sus vidas con consecuencias imprevisibles. McEwan camina por el sendero de obras como "Un mundo feliz" de Adolf Huxley, "1984" de George Orwell o incluso "Yo robot" de Isaac Asimov, pero pone el objetivo en la esencia del ser humano, en la complejidad de los dilemas morales y en la toma de decisiones dentro de nuestra propia in...
Tres amigos que disfrutan leyendo. No hay más.