La autora (¿autor?)
describe con detalle el ecosistema de un barrio pobre de Nápoles de los años 50
donde se recrean todos los estereotipos sociales y prejuicios napolitanos de la
época. La amistad entre dos niñas hasta su adolescencia, le sirve de marco para
adentrarse en este mundo cerrado, semi-feudal y salvaje obliga a una maduración
rápida y del que las chicas, por caminos
diferentes intentan desesperadamente salir.
Son 390
páginas de lectura ágil donde encuentras personajes bien construidos y una
solides estructural sin discusión.
Es una buena
novela, la primera de una trilogía de incontestable éxito editorial. ¿Si la
volvería a leer? No, no hace falta. ¿Si leería el resto de la trilogía? Por el
momento no. Quizás un verano de estos, en una tumbona en la playa, saboreando
un daiquiri de frutillas.
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